Dolorosa
Aunque este magnífico paso no pertenece a la Hermandad, sino al Excmo. Ayuntamiento, y por ello no se custodia en nuestra residencia, sino en su capilla propia, situada bajo el coro de la iglesia de San Lorenzo, merece, sin embargo, un lugar de honor en estas páginas, como lo ocupa en nuestra procesión y en la devoción de los pamploneses.
Fue Rosendo Nobas, discípulo de Vallmitjana, el tallista que, con alma de imaginero del Renacimiento, esculpió magistralmente todo el dolor de una madre atormentada en el hermoso rostro de nuestra imagen de La Soledad. Esos ojos que se elevan hacia el Cielo, con un velo de lágrimas tamizándole la mirada, esas manos que se entrelazan, crispadas por el sufrimiento, valen, para mí, mucho más que las sutiles teologías del más perfecto sermón de Semana Santa.
Los papeles antiguos dicen que la imagen costó 200 pesetas, más 43 de embalaje y transporte por ferrocarril desde Barcelona a Pamplona. El doctor Arazuri publicó la factura de 5 pesetas presentada por Félix Utray por «subir desde la estación una caja que contenía una imagen de la Dolorosa».
El nacimiento “indirecto” de la nueva Imagen de Nuestra Señora de los Dolores, o “La Dolorosa”, puede considerarse cuando el día 21 de Julio de 1.867, en la localidad de Tolosa, la pamplonesa doña Sofía Villanueva hizo testamento en el lecho de la muerte. Esta piadosa, y devota de la Virgen Dolorosa, en sus últimos días, murió el día 27 del mismo mes, dejó testado “un manto de terciopelo negro, bordado en oro, y con su correspondiente cola, para la Virgen Dolorosa que está en la Iglesia de San Agustín y que sale en procesión el día de Viernes Santo” o en su defecto 10.800 reales de vellón.
Quince años se tardó en cobrar el importe del manto, pero al fin en 1882, con el dinero ya cobrado el Ayuntamiento encarga la confección del mismo, del cual ya se había hecho un patrón, a la empresa ROCA Y CASADEVALL de la calle Escudilleros 64 de Barcelona
Al ver la suntuosidad del manto nuevo, el Ayuntamiento pensó que la imagen para la cual fue donado el mismo, no estaba en consonancia con él y es por esto por lo que encarga una nueva talla al escultor catalán don ROSENDO NOVAS. De aquí el nacimiento “indirecto” con la donación de doña Sofía Villanueva.
Como se detalla en el libro escrito sobre la Historia de la actual Imagen de La Dolorosa, con el importe de la donación, 10.800 reales, fue pagado el manto y el busto de la Imagen.
En el mes de marzo de 1883 estuvieron expuestos en el Ayuntamiento tanto el manto como el nuevo busto de la Imagen, creando gratas sensaciones. En este mismo año se estrenaron en las procesiones de Semana Santa, pero no tuvo un final feliz, empezó a llover fuertemente a mitad de procesión y de la calle Zapatería tuvo que meterse por Calceteros rápidamente a San Agustín.
En 1925, se tienen las primeras noticias del canto de la Salve popular, siendo párroco de San Lorenzo don Marcelo Celayeta.
En 1933, durante la II República, siendo alcalde don Nicasio Garbayo Ayala (tío del que luego sería alcalde accidental de Pamplona y Prior de la Hermandad de la Pasión, don Javier Rouzaut Garbayo) cedió los derechos de la Imagen de La Dolorosa a la Hermandad de la Pasión del Señor.
En 1937 el Ayuntamiento reclama su devolución.
1960.- El manto donado por la señora Villanueva tiene ya 77 años y por lo tanto su estado es bastante deteriorado, ya no caben arreglos. Por este motivo el Ayuntamiento decide hacer uno nuevo. Pero no hay dinero para ello. Como realmente hay que hacerlo, y la Virgen Dolorosa es muy querida en Pamplona, se le ocurre que sea el pueblo el que participe y así promulga una suscripción popular que es muy bien acogida. El manto, confeccionado por las Madres Adoratrices, tiene un coste de 425.000 y la recaudación popular fue de 242.520,35 Ptas. El resto lo aportó el propio Ayuntamiento.
1963.- El hábito de los portadores, hermanos de la Hermandad de la Paz y Caridad, es de caperuza morada y túnica negra. El ayuntamiento decide adaptarla a los nuevos tiempos y la cambia por túnica verde (bandera de Pamplona), caperuza amarilla, lo que mejor va con el verde y escudo de la Cruz de Jerusalén, con el escudo del Ayuntamiento en el centro.
En este año se restaura su capilla con un lienzo de Lozano de Sotés.
1974.-Limpieza, adecentamiento y arreglo de la Imagen Dolorosa por José Mª Rodríguez Azcárate.
1990.- Nueva remodelación de la capilla, la que está actualmente.
1999.- Al vestir a La Virgen, se caen las manos al suelo y se sueltan, hubo que arreglarlas de urgencia.
-. En un principio fueron 4 los portadores los que llevaban imagen, eran unas andas sencillas que poco a poco se fueron enriqueciendo.
-. En 1885 se ampliaron para adaptarlas a la nueva figura de la Virgen, y se puso un nuevo varal, pasando de cuatro portadores a seis, tres delante y tres detrás. Este trabajo lo realiza el taller Legaria y Andrés por un importe de 32,75 Ptas.
-. En 1928 se construyen unas nuevas andas por D. Víctor Eusa pasando a ser 12 los portadores, 4 delante, 4 debajo y 4 detrás. La obra la realizan los Srs. Arrieta y Compañía por un importe de 10.000 Ptas. Las medidas son de 2,90 largo por 2,10 de ancho.
-. En 1942 se construyen unos caballetes para que el paso se pueda apoyar en el suelo, lo que ocasiona que desaparezcan los 4 portadores que van debajo del paso y se alargan los exteriores para que puedan ir 8 delante y 8 detrás.
-. En 1951, con el asesoramiento de D. Víctor Eusa, se reforma el alumbrado creando 4 candelabros de 21 brazos, pasando a 120 velas, por el industrial catalán Sr. Corberó con un coste de 55.000 Ptas. y se añade un tercer piso donde se alojará la Imagen, con el fin de que destaque su visión al público, por Talleres San Fermín de Félix Arteta, y un importe de 10.035 Ptas.. Esto supone meter de nuevo a 4 portadores debajo del paso, por lo que se aumento a 20 su número.
-. En 1961, con ocasión del estreno del nuevo manto, realizado por suscripción popular, y con el fin de dar cabida al mismo en el paso, hubo que aumentar éste en 0,80 metros su largura, reducir 0,10 su anchura, y se eliminan las luminarias creadas en 1951. Estos cambios motivan que en la parte de debajo del paso, que era de 4 portadores, pasen a ser 8, esto es, la estructura actual de 24. Este trabajo lo realiza Talleres San Fermín de Félix Arteta, por un importe de 75.000 Ptas.
-. En el año 2000 se recuperan las luminarias de 1951 pero no modifican el número de portadores.
Fuente: Web Hermandad de la Paz y Caridad
Es el más antiguo de los pasos procesionales de Pamplona, pero no es de la Hermandad, ya que pertenece al Ayuntamiento. Su autor, en 1883, fue Rosendo Nobas y Ballbé (1838-1891), alumno de la Escuela de Lonja y profesor en ella desde 1877, y el mejor discípulo de los Vallmitjana. Realizó una gran cantidad de bustos y monumentos, y destacó como restaurador de la técnica de la terracota. El paso costó 200 pesetas más 48 de embalaje y transporte. Se trata de una imagen "de vestir" por lo que sólo tiene talladas las manos y la cara. Su belleza ha merecido elogios y despertado leyendas. Su primer manto fue encargado, también en Barcelona, a la Casa Roca y Casadevall. Sin embargo, el segundo y actual fue realizado en Pamplona por las Madres Adoratrices y estrenado en 1960.
FRUCTUOSO ORDUNA
Fructuoso Orduna y Lafuente nació en Roncal, Navarra, España en 1893 y falleció en Madrid el 28 de agosto de 1973 . Fue un escultor de "escultura urbana" ganador de varios premios por su trabajo destacado.
Mientras residió en Pamplona obtuvo la ayuda de la Diputación Floral trasladándose a Madrid para perfeccionarse con el escultor Mariano Benlliure. Entre 1917 y 1922 consolida su formación en Roma auspiciado por una beca de la misma Diputación. En 1962 es nombrado Académico de Bellas Artes en Madrid donde ya reside definitivamente. Años más tarde fue nombrado Hijo predilecto de Roncal.
AUTOR
Fructuoso Orduna
AÑO
1931
MEDIDAS
Alto: 5 m.
Ancho: 2,5 m.
Largo: 3,25 m.
PESO
945 kg.
PRECIO
17.500 pts
PORTADORES
20 a hombros