Artículo obra de Emilio Quintanilla publicado en la revista Mozorro nº 22 de abril de 2011
La Hermandad de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo, como es sabido, se constituyó en 1887 por medio de la fusión de otras hermandades preexistentes en Pamplona: las del Cristo Alzado, de la Oración en el Huerto y del Santo Sepulcro. Hoy día, nuestra Hermandad posee algunos objetos que se han ido adquiriendo desde entonces, a medida que lo han requerido las necesidades del culto y la devoción de sus hermanos, y otros que eran propiedad de las anteriores hermandades y pasaron a formar parte del patrimonio de la nueva, creada en 1887.
Entre estas últimas piezas,"heredadas", se encuentra el relicario que hoy presentamos, que preside el oratorio de la Hermandad y que recibe un culto especial el Viernes Santo, cuando se muestra a la veneración de los fieles. Se trata de un Lignum Crucis, leño de la Cruz, un trozo de la Cruz en la que murió Cristo. Procede de la Hermandad del Cristo Alzado.
La reliquia se guarda un relicario de plata en su color, de 30 cm. de altura, de base circular, moldurada, en cuyo centro se alza el astil, con un nudo esférico, sujeto arriba y abajo por hojas, muy alargadas las de la parte inferior; sobre el que se coloca una cruz, plana, cajeada, con remates de piñas, y con grupos de rayos que salen de los ángulos de la cruz, cortos y largos, con terminaciones a bisel, llevando cado uno de ellos una estrella. En el centro, un medallón oval rodeado por una guirnalda de hojas de laurel, colocado en sentido vertical, en cuyo interior se aloja la teca con la reliquia.
En la base podemos leer grabada la siguiente inscripción: DE LA HERMANDAD DEL SSMO CRISTO ALZADO DE PAMPLONA 1845. El relicario lleva varias marcas de platero: las letras PP coronadas, que nos indican que se realizó en Pamplona, 45, el año de su ejecución, lH45,y su autor, D. Udabe. Udabe es el apellido de varios plateros que marcaron distintas piezas en Navarra durante el siglo XIX.
Todos los datos que nos proporcionan las inscripciones son confirmados por un documento que se encuentra en su interior, en la base, que se cierra con una tapa en la que se lee: AQUÍ ESTÁ LA AUTENTICA. Dentro, en un papel plegado en múltiples dobleces, hasta hacerlo caber en ese espacio, está precisamente eso, la auténtica, el documento emitido en Roma por Fr. Joseph Ma Castellani, obispo de Porphyreon, que certifica que la reliquia es un trozo de la Cruz de Cristo, extraído de otra de demostrada autenticidad.Y a la vuelta, escrito a mano, se lee el permiso que otorgó el vicario general de la diócesis, don Miguel José de Irigoyen, para que se diese culto a esta reliquia, colocada en un relicario hecho ex profeso y a expensas de la Hermandad del Cristo Alzado, para el trozo de Lignun Crucis traído de Roma y regalado en 1845 a esa Hermandad por su entonces prior, don Antonio Lipúzcoa.
El relicario sigue cumpliendo el cometido para el que fue hecho en su día, ser el marco y custodia de una reliquia que da testimonio visible de la Pasión de Cristo.