En 1950, pese a las preocupaciones y problemas que envolvían a la Hermandad y quitaban el sueño a los de la Junta, ésta no se desanima en sus deseos de encargar un nuevo paso, el de La Caída del Señor bajo el peso de la Cruz.
El paso de La Caída, sin contar las andas, costó a la Hermandad la cantidad de 50.000 pesetas, bien invertidas, a mi modo de ver. Para paliar en lo posible este gasto se abrió una suscripción popular, a la que aportó la ciudad, con su Ayuntamiento a la cabeza, como tantas otras veces, sus donativos más generosos, porque la Hermandad de La Pasión, entonces como ahora, es como la gran familia de los pamploneses.
Es este el más moderno de los pasos de nuestra procesión. Se recibió el 7 de marzo de 1952 y no pudo salir el Viernes Santo de aquel año porque hubo que suspender el desfile procesional a causa de la lluvia.
La Caída es, para mí, una de las tallas más logradas de la Semana Santa pamplonesa, es verdaderamente patética la expresión de este Cristo, destrozado por el dolor y abatido por el peso de la Cruz, coronada de espinas la cabeza, mirando hacia el Padre con ojos impregnados de eternidad, parece que el cuerpo maltratado palpita bajo la túnica, en un esfuerzo supremo por consumar su calvario, contemplándolo me vienen a la memoria aquellas estrofas del viejo Vía-Crucis que compuso el capuchino Padre Ángel de Abárzuza y que rezábamos en los Escolapios por los años cincuenta, siendo yo colegial...
Oprimido el Rey del Cielo
por madero tan pesado,
se inclina todo angustiado,
y cae por fin al suelo.
Si quieres tú, pecador,
ayudarle a levantar
deja luego de pecar
y conviértete al Señor.
Versos sencillos, que en su día produjeron honda impresión en mi alma de niño.
Volviendo al paso que nos ocupa, hay que decir que antes de 1950 existía otro con la misma escena de la Pasión, que figuraba ya en la procesión de 1888, por entonces se le añadió la figura de un soldado «en actitud de castigar con el remate de su lanza a Jesús caído».
No sé de cuándo dataría el primitivo simulacro, pero desde luego era posterior a 1828, ya que no aparece entre los pasos que salieron en ese año.