Soldados Romanos

Las legiones romanas de la República de Roma y el Imperio llevaban uniformes y armaduras bastante estandarizadas. Sin embargo, el concepto de uniformes no fue parte de su cultura. No hubo armaduras estandarizadas totalmente y aunque que se produjeran en fábricas estatales, variaba según la provincia de origen. Del mismo modo que los romanos tampoco tenían el concepto de obsolescencia. Siempre se permitió a los soldados el usar las armaduras heredadas por los miembros de su familia, comprar armaduras de los soldados que habían terminado su servicio o llevar estilos diferentes de armadura si lo preferían y armaduras incompletas. Por lo tanto, era común para las legiones el usar una mezcla de varios estilos de distintas épocas.

Fragmentos recuperados de la ropa y pinturas de la pared indican que la túnica básica del soldado romano era de lana, de color rojo o sin color (blanco crudo). Los oficiales superiores llevaban capas blancas y plumas. Los centuriones que formaban la espina dorsal en las legiones se distinguían con crestas transversales en sus cascos, adornos en el pecho (equivalentes a las medallas modernas) y una lanza larga.

La armadura militar romana incluye:

  • Las grebas, para proteger las piernas.
  • lorica (armadura) de diferentes tipos:


Otras prendas de vestir incluidas en el equipo legionario:

  • Una túnica (en latín, tunica).
  • El balteus, un tahalí o cinturón doblemente usado para guardar las armas y para meter la ropa.
  • Los braccae (pantalones), usados en climas más fríos.
  • Las caligae, zapatos de suela pesada o sandalias militares.
  • El focale, un pañuelo usado para proteger el cuello de las rozaduras causadas por el contacto constante con la armadura.
  • El loculus, una cartera, llevadas por los legionarios como parte de su sarcina (equipo básico).
  • El paludamentum, un manto o capa sujeta desde un hombro, usado por los comandantes y, menos frecuentemente, por las tropas.

JOSÉ RIUS 

 Nace en una familia humilde de Barcelona. Muy pronto se ve su afición artística, puesto que dedicaba todo lo que ganaba a comprar árgila para moldear figuras de nacimiento. Sólo con nuevo años monta una parada para vender sus própias figuras a la feria de Santa Llúcia, que en aquella época se repartía entre la Catedral y la parroquia del Pi.

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Con quince años, entra de ayudante al taller de quien más adelante sería su suegro, Claudi Garrich, a la calle Diputación 243, y abandona su domicilio particular a la calle Pau Claris.

Al 1886 fundó con su suegro la industria imatgera y peesebrista Casa Rius, dejando entrever sus habilidades empresariales además de las artísticas.

Al 1887 se casa con Mercé Garrich Brotons, con quien tendrá quince hijos, aunque sólo cuatro llegarán a la edad adulta -Claudi, Flora, Josep y Eduard-, siendo Claudi Rius, nacido al 1892, lo que continuará la saga y lo que gestionará el taller familiar hasta su muerte. Gracias a los contratos firmados y a su esfuerzo se hizo construir al 1914 lo que sería el domicilio familiar con granos dependencias para dar alberge a tan numerosa saga, a la calle Rosselló 195 de Barcelona.

Josep Rius no pudo acceder a una formación académica como otros escultores contemporáneos que se formaron al Llotja Barcelonesa, pero en cambio su buen oficio aprendido al taller de su suegro y sus calidades innatas desarrolladas de manera autodidacta en el mundo del belen, como en el caso de otros escultores catalanes, lo trajeron a ser muy cotizado y permitieron de montar un negocio propio con una producción prolifera y rentable. Prueba de su reconocimiento es el hecho que va ser reclamado para adornar importantes obras civiles en Barcelona, como el Palacio de Justicia.

El taller familiar, que con diferentes nombres se mantuvo hasta adelantados los sesenta, y por donde pasaron una gran cantidad de escultores, disfrutó de la figura del patriarca hasta el momento de su muerte, puesto que con más de noventa años seguía modelando figuras y recuperando viejos moldes, aunque después de la integración total de su hijo al taller familiar, cosa que se realiza sobre los años veinte, ya no firma ninguna obra y todo lo que salía del taller lo hacía bajo el nombre de Hijos de Josep Rius o Taller Claudi Rius. Los motivos parece que fueron de salud; la muerte de once hijos y sobre todo la muerte de su esposa, todavía joven, debido a un ataque de corazón, le causaron tal angustia que al 1916 padeció una angina de pecho, de la cual se recuperó, pero que fue el origen de una neurosi. Eso hace que tenga que dejar la administración del taller a su hijo Claudi a los alrededores del 1920. Este hecho explica que sea muy difícil delimitar qué trabajos son de Josep Rius y qué de su hijo Claudi; así tenemos por ejemplo La Oración en el Huertode Segovia del 1906, o también el mismo misterio de Tarragonade Jesús Nazareno del 1907, o incluso el Ecce Homo(1917) de Tarragona, destruido el año 1936. De la misma manera, aunque algunas son posteriores, las obras de Pamplona también fueron firmadas por el padre. No obstante eso, el problema empieza después de la guerra, cuando el taller familiar pasa a denominarse de diferentes maneras y, debido de al gran volumen de pedidos, a su interior trabajan numerosos escultores, que no realizan una obra entera. Según me comentaba el escultor Puigdollers, que había trabajado en Casa Rius a la época de los cuarenta, había artistas especializados en manos, otras en caras, otras en la creación de la composición, etc. Entre estos artistas había su padre, que moldeo hasta la epoca de los cincuenta y que incluso incorporaba modelos propios y realizaba los rostros de las figuras que salían del taller. Es por este motivo que muchas obras, firmadas una por el padre y otra por el hijo y con una diferencia notable en el tiempo, son muy parecidos. Eso se puede comprobar notando el gran parecido de composición que hay entre los misterios de La Oración del Huerto de Segovia (J. Rius 1906) y el de Tarragona (C. Rius 1940), o el de Jesús Nazarenode Tarragona (1907) y la Verònica de Badalona de 1940 de Claudi Rius. Ciertamente necesitaríamos mucho de espacio para poder discernir la participación de Josep a las obras atribuidas a Claudi, y además no es el motivo de este artículo.

Se tiene que marcar el periodo que va desde el 1907 hasta el 1923 como la etapa de más gran producción y gloria del maestro barcelonense.

Al 1906, al ser nombrado obispo de Segovia Don Julián Miranda Bistuer, natural del pueblo de Tamarit de Litera, de la franja de Ponente, decidió impulsar la Semana Santa y por esto pone a manos de dos artistas catalanes, Josep Quixal y Josep Rius, la creación de dos grupos escultóricos. Josep Ríes elabora La Oración en el Huerto, que causó gran sensación y que todavía hoy se venera a la iglesia de San Lorenzo de Segovia. Este grupo fue restaurado hace poco por R&C Restauración y Conservación S.L. y del informe que se redactó podemos deducir algunas cosas muy interesantes, como es el método de juntar tacos agujereados y escalonados sobre los cuales se realiza la talla, en lugar de usar un encadenado de tablones. Casi al mismo tiempo que el encargo de Segovia, hace Jesús Nazareno de la Hermandad de Jesús Nazareno, conjunto de cuatro figuras.

Después siguiera una composición de ocho figuras, que resulta ganadora del concurso para la realización del misterio de EI Prendimiento de Pamplona, para muchos la gran composición de Josep Ríes, que todavía hoy sale en procesión por las calles de Pamplona y que en su día cuesta 4.900 ptas., y para la cual se inspiró en el cuadro El beso de Judas del pintor Anton Van Dick Cuypers. Hace falta destacar que la policromia de las figuras no la hizo Ríos, sino que lo encargaron a la casa Arteida y Artieta de Pamplona, igual como se hizo con los otros tres misterios de esta ciudad, La Santa Cena (1918), La Oración del Huerto (1919) y La Cruz a cuestas (1922). En aquel tiempo elabora otro misterio de tres figuras para Tarragona, la Ecce Homo, que salío por primera vez el 1918. Para acabar podríamos definir el arte de Josep Rius como lo hacía un diario de Pamplona al 1919, al estrenarse el paso de La Santa Cena: "Desde luego, se advierte que el autor no se un santero sino un artista genial que siente el arte cristiano que se inspira en el Evangelio, que rompe los viejos moldes para seguir e imponer su ideal, su espiritualismo triunfante de la materia".

 Gracias a la pagina

http://www.jesusnatzare.org/Castella/jriuscast.htm

De donde pudimos extraer la información.

 

 

AUTOR

 José Rius


AÑO

1922


MEDIDASporta acuestas
Alto: 4,2 m.

Ancho: 2,35 m.

Largo: 4,1 m.


PESO

1153 kg.


PRECIO

15.200 pts


PORTADORES

24 a hombros