Leer más...
Las hermandades que se refundieron eran: la de la "Oración del Huerto", la del "Santísimo Cristo Alzado" y la del "Santo Sepulcro", que dejan de existir como tales pasando todos sus hermanos o socios a pertenecer a la nueva, cesando sus juntas y cargos para formar una conjunta elegida conforme a las normas del nuevo reglamento. Pasan también a pertenecer a la nueva Hermandad todos los bienes que poseían las otras y ésta se encargará de organizar y celebrar las procesiones convenientes en la Semana Santa dándoles mayor esplendor que el que tienen, construyendo nuevos pasos, estableciendo nuevos simulacros, realzando los trajes del Prior y Subprior 1º, promocionando el ingreso del mayor número de personas "especialmente de las clases distinguidas que se veía con pena no formaran parte de las mencionadas Hermandades"; así como de atender al socorro mutuo espiritual y corporal de los hermanos.
Entre los socorros materiales estaban los de la post mortem cuyo importe en tiempos de la función no podían ser menores a las 25 pesetas, ni mayores a las 50. Para la atención de cualquier otro socorro material se preveía la constitución de una sociedad de socorro a cuya pertenencia era de carácter voluntario y pagando las cuotas que se establecieran. La cuota económica que debía aportar cada hermano era de media peseta al mes.
Una vez que hubieron establecido las bases se celebró una reunión en "esta religiosa ciudad de Pamplona y en la casa habitación (Tejería, 24) del señor don Florentino Istúriz, prior de la Oración del Huerto", el día 18 de enero de 1887, para la aprobación de las constituciones de la nueva asociación que a petición de la Hermandad del Sepulcro elaboraron los mismos comisionados y que tendrán como primera constitución las bases generales.
El reglamento que se elaboró para regir esta nueva Hermandad consta de 44 artículos distribuidos en tres títulos: el primero trata sobre los hermanos, el segundo de los pasos y de los actos religiosos, y el tercero del gobierno de la Hermandad. Fue aprobado en la Junta General de Constitución de la Hermandad celebrada el 20.3.1887.
Su objetivo fundamental y primordial es mantener la devoción por la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo. Las actividades principales de la Hermandad se centran por ello en la Semana Santa, y culminan en la procesión del Santo Entierro, acto al que la mayoría de los hermanos acuden acompañando a los distintos pasos. La Junta de gobierno se encarga del aprovisionamiento de cera y del vestuario para los Hermanos que participan.
Pero la procesión no es la única actividad que realiza la Hermandad. Ya en 1962 se hizo cargo de la función de las Siete Palabras, que hasta ese momento era organizada por la Archicofradía del Corazón de María de la parroquia de San Nicolás. También en ese año se celebraron el Triduo de penitencia, el traslado de la Dolorosa, la festividad de Todos los Santos, la Exaltación de la Cruz, Vía Crucis; por primera vez se celebró el día del Corpus Christi y el Septenario de los Dolores de María, que a partir de 1977 pasó a ser responsabilidad de las Hermanas de la Soledad.
La Hermandad celebra además una fiesta anual, particular, para los hermanos, que con carácter festivo y religioso se conmemora el domingo siguiente al 18 de enero, fecha de fundación.