La Biblia
Los libros de la Biblia, ¿están escritos por Dios?
Los libros de la Biblia contienen la Palabra de Dios, es decir todo y solo aquello que Él quiere comunicar a los hombres. Pero han sido escritos por autores humanos que se expresan con el leguaje de su época y con su estilo personal. En resumen la Biblia es Palabra de Dios expresada en lenguaje humano. Tan autor es Dios como el hombre.
¿Cuántos libros hay en la Biblia?
La Biblia consta de 72 libros, 27 del Nuevo Testamento (nótese como recurso nemotécnico que es el mismo número leído al revés) y 45 del Antiguo. Cabría contar uno más, si el libro de Baruc se considera independiente del libro de Jeremías. Estos son los que constituyen el canon bíblico, es decir, los libros escritos bajo la inspiración del Espíritu Santo y entregados como tales a la Iglesia.
¿Por qué los católicos no leen la Biblia?
Los católicos deben leer la Biblia y siempre lo han hecho. De todos modos hay que señalar que los cristianos creen en Jesucristo y que la Biblia es, junto con la Tradición, testimonio de la Revelación. El cristianismo no es, en sentido estricto, una religión del libro. Es más bien una religión de fe personal centrada en la persona de Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre.
¿Qué libros quitó la Iglesia de la Biblia?
La Iglesia no ha quitado ningún libro de la Biblia, más bien al contrario. Del Antiguo Testamento asumió desde el comienzo los que eran reconocidos por los cristianos y judíos de Alejandría, incluidos los escritos en griego (Tobías, Sabiduría, Eclesiástico, etc.) aunque estos (deuterocanónicos) no los aceptaran más tarde los judíos y en el siglo XVI algunos protestantes. Del Nuevo Testamento la Iglesia aceptó aquellos que durante mucho tiempo fueron considerados como inspirados y leídos en la mayor parte de las comunidades cristianas.
¿Qué son los evangelios apócrifos?
Libros apócrifos en general son todos aquellos que fueron redactados con el mismo estilo que los bíblicos, pero que no han sido considerados por la Iglesia como escritos bajo la inspiración del Espíritu Santo. Unos son apócrifos del Antiguo Testamento, otros del Nuevo Testamento.
Entre los apócrifos del Nuevo Testamento son relevantes los evangelios que, escritos en el siglo II y más tarde, pretenden completar las lagunas de los evangelios canónicos bien sea en los relatos o en las palabras de Jesús. La mayoría no plantean problemas doctrinales y hasta han influido en tradiciones populares, como el número de tres aplicado a los Magos o sus nombres, Melchor, Gaspar y Baltasar. Otros tienen una orientación heterodoxa, especialmente gnóstica como el Evangelio de Judas (el gnosticismo es una doctrina filosófica y religiosa que fascinaba por su pretendida sabiduría y por sus ritos misteriosos).