La fe de la Iglesia

¿Cuántas cosas creen los católicos?
Los católicos creen todo aquello que Dios ha querido revelar a los hombres. Jesucristo, que es el Hijo eterno del Padre que sin dejar de ser Dios ha asumido nuestra condición humana, es el momento en que la revelación de Dios llega a su plenitud. Dios ya no puede revelar más, por que nos lo ha dado todo en su Hijo. Los Apóstoles son los testigos de la Persona y de la enseñanza de Jesús y la transmitieron asistidos por el Espíritu Santo. La Iglesia Católica, como un edificio cimentado en Cristo sobre las columnas de los Apóstoles, conserva y enseña esa misma doctrina sin quitar ni añadir nada.

¿Cuántos credos hay?
Hay un solo “Credo” con mayúscula, porque hay una sola fe. Sin embargo, tambián hay distintos “credos” porque en la historia ha habido distintas fórmulas que han resumido esa misma fe con mayor o menor detalle. Estos “credos” son resúmenes autorizados, propuestos por los Papas, por los Concilios o por obispos concretos. Estos “credos”, aunque son distintos, expresan la misma fe sin cambiarla. Estos breves resúmenes de la fe comenzaron a redactarse desde los comienzos de la Iglesia y se conservan confesiones de fe del siglo I y II.
Quién escribió el Credo
En la Misa de los Domingos pueden recitarse dos “credos”, uno más breve y otro algo más desarrollado. Sin embargo, de forma distinta, ambos dicen lo mismo. El más corto se llama Símbolo de los Apóstoles. En efecto, el contenido se remonta al tiempo de los Apóstoles. La versión más antigua que conocemos del Credo Apostólico es de finales del siglo II. El más largo es un “credo” que se redactó en el Concilio de Nicea (año 325) y que se completó en el Concilio I de Constantinopla (año 381). Por eso se llama Credo Niceno-constantinopolitano.

¿El credo hay que rezarlo o hay que decirlo?
Sólo Dios merece el acto de fe religiosa. Creer es creer a Dios con amor. Por eso, el Credo se dice, se recita, se confiesa, pero también se reza. Por un lado, rezar el Credo es decir a Dios: “creo en ti, que eres la Verdad y el Amor”. Además, rezar el credo es también hacer memoria agradecida de todo lo que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo han hecho por nuestra salvación, para dar vida y alegría al hombre aquí y en la eternidad.

¿Existe el infierno y los demonios?
Los ángeles fueron creados por Dios para ser eternamente felices en su presencia. En la Biblia se enseña que algunos de ellos rechazaron irrevocablemente vivir en comunión con Dios. Ésta fue su caida: quienes fueron creados en bondad decidieron vivir en la maldad. Su estado no es un defecto de la misericordia de Dios, sino un efecto de su libre decisión. Ese estado de eterno apartamiento de Dios, de frustración de su ser y total ausencia de felicidad es lo que se llama infierno. Aquellos hombres que por libre decisión se autoexcluyen de la amistad con Dios por el pecado mortal y mueren en ese estado, viven eternamente apartados de Él. Dios es el que más ha hecho para que ningún ser humano termine así, hasta el punto de que su Hijo ha muerto en una cruz por nuestra salvación. Sin embargo, Dios se toma en serio nuestra libertad, y no obliga a estar con Él a nadie que no lo quiera.
¿Existen los ángeles?
Los ángeles son seres espirituales creados por Dios para ser eternamente felices en su presencia. Son seres con una inteligencia poderosa y con un gran amor a Dios y a todo lo que Dios ama. Dios les confía también algunas misiones a favor de los hombres. De hecho, cada uno tenemos un ángel custodio que nos ayuda para vivir la vida cristiana.

¿Qué es el limbo?
Ante todo, hay que decir que el limbo nunca ha sido parte de la doctrina de la Iglesia. Era una hipótesis de la teología que intentaba dar respuesta a una cuestión real. En efecto, para entrar en el Cielo es necesario estar en gracia de Dios. Todos nacemos con el pecado original, en estado de alejamiento de Dios. Por otro lado, hay niños que mueren sin haber llegado al uso de razón y por tanto sin haber cometido pecados personales. ¿Qué sucede con estos niños? Algunos teólogos medievales pensaron que vivirían sin dolor en estado de felicidad natural pero sin gozar del Amor y la visión de Dios para la que han sido creados, y lo llamaron limbo. Sin embargo, el Catecismo de la Iglesia Católica no habla del limbo. Dice que lo que hace la Iglesia es confiar esos niños a la misericordia de Dios. Dice que la misericordia de Dios nos permite confiar en que haya un camino de salvación para los niños que mueren sin bautismo.

¿Qué es el purgatorio?
Para entrar en la celebración del Cielo, que es como entrar en el banquete eterno de las bodas entre Dios y la humanidad, es necesario llevar el traje de bodas totalmente limpio. Ante la Santidad de Dios, aquél que muera en gracia de Dios pero con pecados leves e imperfecciones sin purificar comprenderá con total claridad que es necesario purificarse del todo para ser digno de entrar en el Cielo. Quienes se encuentran en este periodo de purificación son amigos de Dios y, aunque deben esperar, están seguros de que entrarán en el Cielo. Eso es el purgatorio.

¿Qué pasa si en mi parroquia no se reza el Credo?
El Credo se recita en la Misa de los Domingos y otros días de Soleminidad en todas las parroquias. Si no se reza un día es un despiste. Si no se reza nunca puede que también. Pero lo preferible es participar en celebraciones donde se rece el credo de la Iglesia que es la fórmula de fe común para todos los católicos.

¿Qué significa creer en la comunión de los santos?
Jesús compara la unión que los cristianos tenemos con Él con la unión entre la Vid y los sarmientos. San Pablo expresa esto mismo diciendo que Cristo es la Cabeza y los cristianos los miembros de su cuerpo. La comunión de los santos es esa unión que existe entre los cristianos con Cristo y de los cristianos entre sí. Esa unión se llama “comunión”. Se llama “de los santos” porque cuando estamos en gracia de Dios esa comunión interior es efectiva.

¿Qué significa creer en la vida eterna y en la resurrección de la carne?
Significa que el hombre ha sido creado por Dios no sólo para una vida temporal en este mundo sino para una vida que continúa después de la muerte. Es decir, que nacemos para ser inmortales. Tras la muerte del hombre, su elemento espiritual pervive. Eso es lo que llamamos el “alma”. Al fin de los tiempos, en la segunda venida de Cristo para el juicio final, todos los hombres resucitarán con su propio cuerpo para nunca más morir. Si murieron en gracia de Dios para una resurrección de vida. Si no murieron en gracia, para una resurrección de muerte.

¿Qué significa que fuera de la Iglesia no hay salvación?
La afirmación de que fuera de la Iglesia no hay salvación se aplica a todos aquellos que sabiendo que Dios ha fundado, por medio de Jesucristo, la Iglesia católica como necesaria para la salvación. No podrían salvarse aquellos que hayan conocido todo esto y, sin embargo, no hayan querido entrar o perseverar en ella. Esta afirmación no se refiere a los que, sin culpa suya, no conocen a Cristo y a su Iglesia. Los que sin culpa suya no conocen el Evangelio de Cristo y su Iglesia, pero buscan a Dios con sincero corazón e intentan en su vida, con la ayuda de la gracia, hacer la voluntad de Dios, conocida a través de lo que les dice su conciencia, pueden conseguir la salvación eterna.